Por supuesto que este gobierno tiene cosas rescatables.
Yo, por ejemplo, rescato lo minuciosamente eficaz que puede resultar una mentira repetida mil veces.
Rescato, además, que todo lo conscerniente a los DD.HH. no va más allá de un negocio infausto.Otra mentira ridícula...
Rescato, de paso, el nivel espectacular de resentimiento que existe entre los argentinos.
Rescato, también, que verdaderamente a los argentinos nos importan tres cominos el progreso y la justicia social.
Desde ya que rescato que lo ocurrido en los 70 no nos mueve ni un pelo... (si algo nos importara, investigaríamos un poco... así de simple. Me importa: investigo; no me importa: me quedo con lo que dicen. ¡Lo digo yo... que investigué y me cansé de investigar, y luego de cansado, seguí investigando y me volví a cansar! ¿Y por qué investigo? Porque me importa. Si no me importara, no investigaría [porque no me importa. ¿O alguien se imagina a una persona investigando sobre algo que no le importa?]).
Pero lo que más rescato de este gobierno... aquello que verdaderamente me lo guardo cual piedra preciosa... aquello que nadie pero nadie me lo va a quitar y que verdaderamente se lo agradezco de corazón a este gobierno maravilloso que tenemos... lo que más rescato, en fin, de este gobierno, es lo terriblemente ridículo, jactancioso y enfermizo que es el fanatismo. Escuchar a gente ignorante (esencialmente detestables, tanto física como moralmente) hablando cual genios consagrados de algo sobre lo que no tienen ni la más remota idea; escuchar, por otro lado, a personas de bien, respetables, confiables... pero lamentablemente abducidos por ese ovni de la imbecilidad en cuyo interior se adecua el más moderno y sorprendente centro médico de lobotomías...
El fanatismo, amigos... es lo que más rescato de este gobierno. Ahí lo tiene, al pueblo... cual secta sumisa y viscosa cuyos hombres horripilantes insisten con el cuento de una moral vomitiva y cuyas mujeres eminentemente prostituidas, pucho en la boca, puteada en mano, se suscriben como virginales maceraciones de pureza, catarro y pelo axilar.
El fanatismo, amigos... es lo que más rescato de este gobierno. El fanatismo. Ahí está su gente, enferma, tibia, egoísta, putrefacta. Cuestionando crímenes y negociados; excusando crímenes y negociados. Denunciando atropellos; perdonando atropellos. ¡Clamando memoria y justicia! ¡Olvidando el recuerdo y la justicia!
El fanatismo, amigos... es lo que más rescato de este gobierno.
Por supuesto que este gobierno tiene cosas rescatables. Muchas. Muchas.
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