QUIERO HACER EXPLÍCITAS mis más enérgicas FELICITACIONES a la Industria Armamentística Nacional por el grado sorprendente y extraordinario de tecnología que ha logrado alcanzar en los últimos años. Como toda persona de buen sentido, estoy en completas condiciones de afirmar que Argentina, en lo que respecta a la industria militar, se subscribe como una de las naciones más envidiables de todo el mundo, por lo mismo cae de maduro el más que promisorio futuro de soberanía y operación que indefectiblemente nos espera. Somos, pues, la mayor potencia de América y la insustituible referencia para toda nación decente que añore tiempos de orden, paz y democracia.
Sin jactancia alguna puedo decir que muy detrás nuestro quedaron los principales países fabricantes de armamento:
- Estados Unidos deberá conformarse con sus rústicas Glocks;
- Italia, desde el tenebroso pasado nos apunta con sus arcaicas Pietro-Berettas;
- Rusia, no puede menos que avergonzarse de sus vetustas y obscenas Kalashnikov;
- Brasil, por su parte… deberá digerir el deshonor de haberse quedado estancado con Taurus;
- Israel, mejor que utilice sus gráciles Águilas del Desierto cual erinas de circuncisión.
¡Ríndanse! ¡Están acabados!
Nosotros, los argentinos, fabricamos armas que tienen la curiosa, inexplicable y magnífica capacidad de ir solitas (sin que nadie las contrabandee ilegalmente) al lugar donde hacen falta. Ecuador y Croacia pueden testimoniar irrefutablemente. Solitas fueron, nadie las envió… Todo el mundo absuelto. ¡Éstas sí que son armas inteligentes! ¡Viva la Patria!
Sin jactancia alguna puedo decir que muy detrás nuestro quedaron los principales países fabricantes de armamento:
- Estados Unidos deberá conformarse con sus rústicas Glocks;
- Italia, desde el tenebroso pasado nos apunta con sus arcaicas Pietro-Berettas;
- Rusia, no puede menos que avergonzarse de sus vetustas y obscenas Kalashnikov;
- Brasil, por su parte… deberá digerir el deshonor de haberse quedado estancado con Taurus;
- Israel, mejor que utilice sus gráciles Águilas del Desierto cual erinas de circuncisión.
¡Ríndanse! ¡Están acabados!
Nosotros, los argentinos, fabricamos armas que tienen la curiosa, inexplicable y magnífica capacidad de ir solitas (sin que nadie las contrabandee ilegalmente) al lugar donde hacen falta. Ecuador y Croacia pueden testimoniar irrefutablemente. Solitas fueron, nadie las envió… Todo el mundo absuelto. ¡Éstas sí que son armas inteligentes! ¡Viva la Patria!
1 comentario:
ES-PEC-TA-CU-LAR !!! ja ja ja
Saludos !
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